A la hora de decidir qué sistema de filtración es el más adecuado para nuestra piscina, deberemos tener en cuenta muchos factores.
En cualquier caso, una premisa que para nosotros resulta primordial es el utilizar equipos de calidad. Es igual de importante elegir un sistema constructivo de calidad, sobre el que depositemos nuestra confianza, como elegir equipos que nos permitan disfrutar al máximo de nuestra piscina, con las mínimas preocupaciones.
Está claro que el precio importante, pero también lo es, el saber que el equipamiento de nuestra piscina no nos va a dar problemas. En muchas ocasiones, el futuro comprador de una piscina no se plantea aspectos como los relacionados con la filtración de la piscina, considerándolo algo accesorio…la realidad es que se trata de un tema sumamente importante que puede repercutir en que la piscina se convierta en un suplicio en lugar de un espacio de relax y diversión.
Aspectos tan teóricamente livianos, como el tamaño y ubicación de la caseta, el utilizar un tipo de filtro u otro, equipar bombas demasiado ajustadas en su capacidad, en relación con el volumen de la piscina, etc…pueden llegar a suponer un verdadero quebradero de cabeza.
Si tuviéramos que establecer un estándar de los sistemas mayoritariamente elegidos en la actualidad, quizás podríamos decir que lo más vendido suele ser un equipo en caseta, generalmente enterrada o semienterrada, con filtro de arena de sílex, bomba auto-aspirante y cuadro eléctrico estándar para filtración y un posible foco.
En cuanto a los sistemas de tratamiento más utilizados, principalmente son mediante productos químicos. La cloración salina va comiendo terreno al químico, y en menor medida sistemas alternativos (ultravioleta, ozono, ionización…). Se trata de sistemas con una inversión inicial superior, pero con un mantenimiento mucho menor, por lo que una vez amortizados, resultan muy rentables.
Una recomendación muy habitual suele ser el plantearse la piscina a largo plazo, ya que se trata de un artículo de lujo, con el que si todo va bien, vamos a convivir mucho tiempo.
Es posible que en el momento de realizar la compra de nuestra piscina no nos planteemos temas como un posible mayor o mejor equipamiento de cara al futuro, ya sea por presupuesto o simplemente por falta de previsión, pero por ejemplo, el simple hecho de escoger una depuradora de tamaño muy ajustado, puede suponer que cada vez que queramos añadir algún elemento a nuestros equipos (cloración, dosificación, calentamiento…) o queramos realizar alguna modificación, nos obligue a realizar obra en el exterior de la caseta, con los inconvenientes que esto representa.
Si buscamos una capacidad de filtración mayor, quizás debamos elegir un filtro de cartucho en lugar de un filtro de arena, en cambio su mantenimiento será mayor y deberemos comprar uno nuevo cada poco tiempo (6-12 meses habitualmente).
Si disponemos de poco espacio, deberíamos valorar la posibilidad de utilizar un bloque filtrante, eso sí, en piscinas de poca profundidad; en piscinas muy profundas no suelen funcionar de un modo óptimo.
Si tenemos niños pequeños o pretendemos estar mucho tiempo dentro del agua, deberíamos plantearnos usar sistemas de tratamiento menos agresivos pero igualmente eficientes como pueden ser los sistemas de ultravioleta, Ionización o cloración salina.
En definitiva, en primer lugar, debemos tener claro que es lo que buscamos y porqué, y después buscar la mejor opción dentro de las alternativas que nos presenten.
No debemos dudar en solicitar un producto u otro por mucho que nos quieran convencer por otra alternativa, si realmente tenemos claro qué es lo que queremos y preocupémonos de la típica frase “eso no es importante, son todos iguales”, nada es igual cuando se trata de comprar y equipar una piscina, nuestra piscina.
Como siempre, recomendamos el asesoramiento de profesionales cualificados.
