El principio de funcionamiento de los equipos de hidrólisis para piscinas es muy sencillo; consiste en aplicar un voltaje mínimo sobre unos electrodos de titanio y cobre.
Los electrodos de titanio producen la llamada hidrólisis, la ruptura de la molécula de agua en sus especies iónicas. De este modo, se generan agentes desinfectantes y bactericidas que permiten disponer de agua sana, saludable y cristalina.
Igualmente, la hidrolisis tiene propiedades desincrustantes que mantendrán en perfecto estado las canalizaciones y equipos de la piscina, aumentando su vida útil.