Los bloques filtrantes, también conocidos coloquialmente como sistemas de filtración de “mochila” son sistemas especialmente diseñados para ser instalados adosados al vaso de la piscina, dejando parte de la estructura, en contacto directo con el agua de la piscina.
Su funcionamiento es muy similar a cualquier otro sistema de filtración con la salvedad de que habitualmente, las piscinas dónde son instalados estos sistemas, no disponen de tubería alguna para la circulación del agua, dejando en manos todo el proceso en manos de dichos bloques filtrantes.
El si tener una piscina sin tuberías es mejor o peor, es totalmente opinable. Dependiendo del profesional con el que tratemos, nos hablará de ello con más ventajas que inconvenientes, o viceversa. Lo que sí que es cierto es que a la hora de su instalación, resulta mucho más cómodo el uso de este tipo de sistemas que implican menos obras.
Habitualmente las razones principales para su uso, son dicha comodidad de instalación, o la existencia de espacios limitados que no permiten la instalación de otros equipos, o ubicaciones en las que resulta inviable la instalación de otras canalizaciones o tuberías.
Los bloques filtrantes permiten en muchos casos un equipamiento a medida, en función de las necesidades del cliente, pudiendo instalar simplemente un equipo de filtración que haga las veces de skimmer, toma de fondo, toma de limpiafondos, bomba y filtro (generalmente de cartucho), o incluir equipamientos tales como sistemas de cloración salina, contracorriente, foco, etc…
El límite lo tendremos en el espacio disponible y las necesidades y presupuesto del cliente.
