Dentro del funcionamiento de nuestra piscina debemos diferenciar entre la limpieza (ya sea manual o automática; utilizando la propia bomba de la piscina o sistemas externos, para absorber la suciedad del agua), la desinfección del agua (ya sea mediante el uso de productos químicos o diferentes sistemas tales como cloración salina, ultravioleta, etc.) y por último la filtración de la piscina.
Dentro de los sistemas de filtración nos encontramos con diferentes alternativas que habrá que valorar en función del tipo de piscina que tengamos, su tamaño, ubicación, tipo de uso, etc.
Teniendo en cuenta todo esto, actualmente podríamos resumir que los sistemas más habituales son los siguientes:
FILTRACION MEDIANTE FILTRO DE ARENA. Posiblemente es el más utilizado en la actualidad, aunque inicialmente no sea el de mayor capacidad de limpieza. Por el contrario, tiene un fácil mantenimiento, recomendándose un cambio de la arena del filtro alrededor una vez cumplidas las cuatro temporadas de uso. En los últimos tiempos, se ha comenzado a utilizar el llamado cristal filtrante (generalmente vidrio) el cual facilita aún más el mantenimiento, resultando menos habitual el cambio de dicho vidrio dentro del filtro, y aumentando la capacidad de limpieza del mismo.
FILTRACION MEDIANTE SISTEMAS DE CARTUCHO. Su funcionamiento es muy similar al de los filtros utilizados en los vehículos, de tal modo que la suciedad de la piscina se va adheriendo a su paso, a dicho filtro y siendo necesario el sacarlo de su habitáculo y limpiarlo manualmente para optimizar su funcionamiento. Su capacidad de limpieza es muy elevada, pero ésta va disminuyendo con el uso, por lo que resulta habitual su cambio cada una o dos temporadas aproximadamente, dependiendo de la calidad del mismo.
FILTRACION NATURAL O FILTRACIÓN BIOLÓGICA. Este sistema comienza a aumentar su utilización gracias a la aparición de las piscinas naturales, cada vez con mayor demanda. En ellas se busca la sensación de bañarse en un río o en una laguna tropical, sin la aparición de productos químicos. Su funcionamiento es muy similar al utilizado por ejemplo en acuarios, estanques, lagos artificiales, etc.
Este tipo de filtración se suele basar en el uso de filtros biológico, los cuales contienen la materia biológica necesaria para producir y propagar las bacterias nitrificantes, fundamentales para mantener el agua cristalina. Igualmente, también son necesarios los filtros de regeneración de agua, basados en diferentes tipos de minerales que actúan para mantener la limpieza y equilibro del agua.
FILTRACION MEDIANTE DIATOMEAS. Actualmente su uso es más bien residual ya que a pesar de su gran capacidad de limpieza, sus precios y su complicado mantenimiento, no suele resultar del agrado, sobre todo del cliente particular.
La ubicación de estos sistemas de filtración puede variar, siendo en la mayoría de los casos, exceptuando los sistemas naturales, en casetas independientes (generalmente enterradas), habitáculos construidos específicamente para este uso o los llamados bloques filtrantes, adosados a la propia piscina.
No olvide el asesoramiento de profesionales cualificados, éstos le recomendaran el sistema más adecuado en cada caso.