Dentro de los diferentes tipos de filtros utilizados para la filtración de piscinas, los filtros de arena son posiblemente los de uso más habitual, junto con los filtros de cartucho.
Aunque inicialmente su capacidad de filtración es algo inferior, por ejemplo, a los filtros de cartucho, sí es cierto que su mantenimiento resulta más sencillo, basta con un lavado y enjuague del filtro cada cierto tiempo, en función del uso que se haga de la piscina. Generalmente, la arena utilizada en estos filtros suele ser arena de sílex (sílice), y en algunos casos, arena de Zeolite, con mayor capacidad de filtración, pero también de precio más elevado.
En los últimos tiempos se va consolidando el uso de los llamados cristales o vidrios filtrantes, que además de mejorar la capacidad de filtración y aumentar la limpieza del agua, reducen en gran medida, el mantenimiento, reduciendo enormemente el número de lavados y enjuagues a realizar, y aumentando el tiempo de uso, sin necesidad de realizar cambios tan a menudo, como con la arena de sílex, recomendados cada 3-4 años de uso, del filtro.
Esto se debe a que, poco a poco, la arena se va apelmazando y el propio agua va creando sus caminos a través de la arena, por lo que llega un momento que si el agua utiliza esos caminos, la suciedad no se queda en el filtro, volviendo al vaso de la piscina.
En cuanto a los diferentes tipos de filtros de arena existentes en el mercado, en primer lugar podemos hacer una simple diferenciación en función de si la válvula selectora se encuentra adosada en el lateral o la parte superior del filtro. Cuál de los dos tipos, resulta más adecuado en cada caso, dependerá en gran parte de su ubicación, determinando cuál es la situación más cómoda para su uso y mantenimiento. Por otro lado, en base a su fabricación y materiales utilizados, podemos diferenciar entre los siguientes tipos:
- FILTROS SOPLADOS
- FILTROS INYECTADOS
- FILTROS LAMINADOS DE POLIESTER
- FILTROS BOBINADOS DE POLIESTER
Diferentes fabricantes están especializados en unos u otros sistemas, aunque si tuviéramos que establecer una tendencia habitual, diríamos que los filtros laminados de poliéster son actualmente los más utilizados en piscinas privadas.
Los filtros bobinados suelen utilizarse en mayor medida en piscinas de uso público o comunidades de vecinos. En cuanto a los filtros soplados y los inyectados, están viendo reducida su utilización, sobre todo, los últimos.
El tamaño del filtro irá determinado en función del volumen de la piscina y el caudal de la bomba utilizada. Tengamos en cuenta que el filtro como tal, actúa como depósito de la arena a través de la cual pasa el agua de la piscina, dejando las impurezas y suciedad, en la misma.
Resulta recomendable, siempre que sea posible, el uso de filtros ligeramente sobredimensionados en relación al volumen de la piscina, evitando su funcionamiento forzado y alargando la vida útil del equipo.