El cuadro eléctrico o armario de maniobras de la piscina, como es lógico, resulta fundamental para el funcionamiento de los equipos de filtración de la piscina, dado que es el encargado de como mínimo, dar corriente al sistema, para su correcto funcionamiento.
Además de por las calidades de dichos cuadros (estándar, alta gama…), los aspectos más importantes a la hora de diferenciar entre cuadros eléctricos, es el para qué están capacitados, es decir; nos podemos encontrar con cuadros que simplemente se encarguen de transmitir corriente al equipo (ON/OFF) para poner en funcionamiento la filtración de la piscina. Podemos añadir sistemas automáticos de programación que nos permitan organizar los horarios de funcionamiento de los equipos. Podemos añadir controles para la iluminación de la piscina (1, 2, 3 o más focos).
En definitiva, añadir capacidades para una mayor comodidad de funcionamiento.
Por otro lado, nos podemos encontrar con sistemas monofásicos o trifásicos, lo cual, aun pareciendo una obviedad, es en muchos casos, pasado por alto, y puede implicar que los equipos funcionen o no lo hagan.
En muchos casos, los fabricantes de productos para piscinas ofrecen cuadros eléctricos con unas cualidades preestablecidas en función de la piscina dónde va a ser utilizado. Por otro lado, profesionales de la electricidad nos pueden crear cuadros eléctricos a la medida, en función de nuestros intereses.
